
De China a Chile: cómo importó motos eléctricas y abrió un mercado desde cero con Felipe Gutiérrez
En este artículo aprenderás cómo Felipe Gutiérrez convirtió una idea universitaria en una empresa pionera de electromovilidad en Chile. Conoce cómo empezó a importar motos eléctricas desde China, los desafíos logísticos y cómo logró abrir un mercado que no existía.
Un viaje que cambió su rumbo
Felipe Gutiérrez no tenía en sus planes dedicarse a la electromovilidad. Estudiaba ingeniería comercial en la universidad y soñaba con emprender, pero sin una idea clara. Todo cambió durante un intercambio académico a China, donde descubrió una realidad completamente distinta a la que conocía.
“Cuando uno va a China se da cuenta de lo atrasados que estamos en Latinoamérica. Ellos ya están viviendo el futuro de la electromovilidad.” — Felipe Gutiérrez
Mientras en Chile los autos eléctricos eran casi inexistentes, en ciudades como Shanghai o Shenzhen era común ver motos, scooters y buses eléctricos circulando por todos lados. Ese contraste fue el punto de partida para pensar en traer esa tecnología a su país.
La oportunidad detrás del cambio de paradigma
A su regreso, Felipe comenzó a investigar el mercado local. Descubrió que no había oferta significativa de motos eléctricas y que los costos de operación eran mucho más bajos que los de las motos tradicionales.
“Una moto eléctrica no tiene mantenimiento, no tiene aceite, no tiene filtro, no tiene caja de cambios. Su costo de operación es prácticamente la mitad.” — Felipe Gutiérrez
El problema era que nadie estaba dispuesto a apostar por un producto desconocido. Ni los concesionarios, ni las financieras, ni los clientes. Así nació e-Mobility SPA, con el propósito de introducir motos eléctricas importadas desde China y construir confianza desde cero.
El primer desafío: importar y homologar
La primera tarea fue importar las motos y adaptarlas a las exigencias del mercado chileno. Pero antes de poder vender, era necesario cumplir con un proceso complejo de homologación ante el Ministerio de Transportes.
“El proceso de homologación fue largo y caro. Trajimos las motos, las revisamos, hicimos pruebas de frenado, ruido, luces, seguridad. Era todo nuevo para las autoridades también.” — Felipe Gutiérrez
Felipe recuerda que muchas veces tuvo que insistir con los funcionarios para que comprendieran las características técnicas de los vehículos eléctricos, un terreno todavía desconocido en Chile.
Elegir proveedores: más que buscar precios
Encontrar el fabricante adecuado en China fue otra tarea clave. Las primeras negociaciones no salieron como esperaba.
“Al principio pedíamos pocas unidades, y eso en China no es rentable. Muchos proveedores ni te contestan si no vas con volúmenes grandes.” — Felipe Gutiérrez
Con el tiempo, aprendió que lo importante no era conseguir el precio más bajo, sino un proveedor confiable, capaz de cumplir con los estándares de seguridad y certificación exigidos en Chile. Por eso decidió viajar personalmente para visitar fábricas y conocer a los equipos de ingeniería.
Logística y postventa: los cimientos del negocio
Una vez superado el desafío de importar, vino la parte más difícil: operar un negocio en un mercado que no existía. Las motos eléctricas requerían una red de postventa completamente nueva.
“Cuando vendes algo que nadie conoce, tienes que educar al cliente y además garantizarle que vas a estar ahí si algo falla.” — Felipe Gutiérrez
Esto lo llevó a crear su propio taller y capacitar técnicos especializados en vehículos eléctricos. Además, montó un sistema de almacenamiento con stock de repuestos importados directamente desde China, anticipándose a las posibles fallas de los primeros modelos.
La logística se convirtió en un factor determinante. Las motos llegaban por barco hasta el puerto de San Antonio, y desde ahí se distribuían por todo el país. Con el tiempo, Felipe desarrolló un proceso más eficiente, coordinando los envíos junto con forwarders y operadores logísticos especializados en carga eléctrica.
La primera preventa y los primeros clientes
Convencer a los primeros compradores fue otro reto. Felipe decidió lanzar una preventa para medir el interés real del mercado y financiar parte de la operación inicial.
“Hicimos una preventa online y en la primera semana vendimos diez motos. Ahí entendí que había un público dispuesto a probar algo distinto.” — Felipe Gutiérrez
Los primeros clientes fueron principalmente emprendedores de delivery y empresas que buscaban reducir costos de transporte. Ese segmento fue clave para validar el modelo.
La educación como parte del modelo de negocio
Una de las principales barreras para la adopción de la electromovilidad era la desinformación. Por eso, Felipe decidió que e-Mobility debía tener un rol educativo.
“En Chile no hay cultura de la electromovilidad, la gente no sabe cuánto ahorra ni cómo se mantiene un vehículo eléctrico.” — Felipe Gutiérrez
Para enfrentar esto, organizaron charlas en universidades, ferias y empresas, explicando los beneficios técnicos y económicos de las motos eléctricas. Además, comenzaron a generar contenido digital y material educativo para redes sociales, lo que ayudó a construir comunidad y credibilidad.
Financiamiento y alianzas estratégicas
Al principio, obtener financiamiento fue casi imposible. Ningún banco estaba dispuesto a financiar un negocio de motos eléctricas. Sin embargo, con el tiempo, las cifras comenzaron a hablar por sí solas.
“Cuando mostramos que los costos de operación eran un 70% menores y que el mantenimiento era mínimo, empezaron a escucharnos.” — Felipe Gutiérrez
Felipe logró cerrar alianzas con empresas de energía y programas de innovación, lo que le permitió expandir su red de distribución y ofrecer opciones de arriendo y leasing a empresas de delivery y logística.
Competencia y adaptación del mercado
Con el crecimiento de la electromovilidad, nuevos competidores comenzaron a llegar. Lejos de verlo como una amenaza, Felipe considera que la competencia valida el mercado y acelera la adopción.
“Cuando ves que empiezan a aparecer marcas nuevas, te das cuenta de que la industria se está consolidando. Ya no somos los raros, ahora somos parte del cambio.” — Felipe Gutiérrez
Hoy el desafío no es solo vender más, sino garantizar calidad, servicio técnico y disponibilidad de repuestos. La estrategia de e-Mobility ha sido mantener una cadena de suministro flexible y asegurar soporte local.
Lo que realmente importa: visión y paciencia
Después de años construyendo una industria desde cero, Felipe resume su experiencia en una idea que trasciende el negocio:
“Hay que tener paciencia. Cuando haces algo nuevo, al principio nadie te cree. Pero si eres consistente, la gente te sigue.” — Felipe Gutiérrez
Su historia muestra que innovar en importación no es solo traer productos, sino adaptar un modelo global a las necesidades locales con visión y perseverancia.
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Takeaways
Un viaje a China permitió detectar la oportunidad de importar motos eléctricas.
La homologación fue el primer gran obstáculo para entrar al mercado chileno.
Elegir proveedores confiables es más importante que conseguir el precio más bajo.
La logística y la postventa son tan críticas como la venta inicial.
La educación del cliente fue clave para generar confianza y crear comunidad.
Las alianzas estratégicas abrieron la puerta al financiamiento y al crecimiento.
La competencia ayuda a consolidar la industria y acelerar su adopción.
La paciencia y la consistencia son esenciales al introducir una innovación en el mercado.
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