
La historia de NanoLife: de importar mascarillas a limpieza ultraconcentrada con Marcelo Olivares
En este artículo aprenderás cómo Marcelo Olivares pasó de importar mascarillas en pandemia a construir NanoLife, una empresa de limpieza ultraconcentrada con producción local en Chile.
El origen: una pandemia que lo cambia todo
La historia de NanoLife comienza en plena pandemia. Marcelo Olivares trabajaba en comercio exterior y entendía bien cómo funcionaban las cadenas de suministro, pero nunca había enfrentado un escenario tan caótico.
La demanda de productos sanitarios creció de forma explosiva, mientras los proveedores en China enfrentaban cierres, restricciones y demoras.
La oportunidad surgió casi por accidente: ayudar a empresas a conseguir mascarillas cuando nadie sabía cómo abastecerse. Ese fue el punto de partida.
“Si es que tú trabajabas conmigo yo te ayudaba con comercio exterior y listo. Tenías un descuento y empezamos a traer desde mascarillas.” — Marcelo Olivares
Con cada importación aprendía algo distinto: variación de precios, mínimos de compra, tiempos inciertos y trámites que cambiaban semana a semana.
La crisis logística en China y la presión por abastecer
Mientras el mundo intentaba reaccionar, la logística internacional estaba completamente desordenada. Las fábricas operaban intermitentes, los forwarders duplicaban tarifas y los vuelos se cancelaban a diario. Para una empresa pequeña, asegurar carga era casi imposible.
“La importación desde China no estaba normalizada. No había vuelos, no había carga, no había nada.” — Marcelo Olivares
Aun así, y pese al riesgo, la demanda era tan urgente que cada embarque representaba una oportunidad y un desafío operacional enorme.
La odisea de traer máquinas por avión… que llegaron falladas
Cuando la pandemia comenzó a estabilizarse, Marcelo buscó un nuevo rumbo: producir localmente. Para acelerar la transición decidió importar máquinas de sanitización por avión, asumiendo costos altos con tal de empezar lo antes posible.
La decisión, sin embargo, no salió como esperaba.
“Yo pesqué la plata, compré la máquina y la traje por avión. Cuando llegó a Chile, estaba mala.” — Marcelo Olivares
El golpe financiero fue duro. Pagar flete aéreo y recibir un equipo defectuoso obligó a replantear por completo el modelo de negocio. Ese punto marcó el inicio de un giro hacia la innovación propia.
Reconstrucción: el nacimiento de NanoLife
Tras la frustración con las máquinas defectuosas y la inestabilidad del mercado sanitario, Marcelo decidió iniciar un proyecto más profundo y sostenible: crear productos de limpieza basados en nanotecnología y fabricados en Chile.
“Ahí aparece NanoLife. Era un producto que funcionaba mejor, que duraba más y que dejaba una sensación distinta.” — Marcelo Olivares
Este cambio implicó trabajar con químicos, formular productos desde cero, obtener certificaciones y construir una cadena de producción completa.
Fue un proceso largo, pero necesario para lograr independencia operativa.
El desafío de producir localmente en Chile
Fabricar en Chile trajo nuevos aprendizajes. A diferencia de la importación —donde el producto ya viene listo— producir localmente exige permisos, infraestructura, maquinaria funcional y procesos repetibles.
Marcelo comprendió que, si quería asegurar calidad y continuidad, debía controlar cada etapa del proceso.
“Teníamos que hacer los productos acá porque era la única forma de asegurar calidad y no depender de importaciones con riesgo.” — Marcelo Olivares
Esto también abrió necesidades nuevas: contratar personal, diseñar una planta de producción, mantener inventarios adecuados y manejar costos locales.
La filosofía de los productos ultraconcentrados
Uno de los rasgos distintivos de NanoLife es su apuesta por la ultraconcentración. La idea era crear productos más eficientes, que rindieran más y que redujeran el impacto logístico.
“Teníamos que hacer productos ultraconcentrados porque así evitábamos mover agua, bajábamos costos de transporte y ayudábamos al medio ambiente.” — Marcelo Olivares
Este enfoque permitió posicionar la marca no solo como una alternativa de limpieza, sino como una opción sostenible y eficiente, alineada con las tendencias globales.
La importación de materias primas: un nuevo ciclo operativo
Aunque NanoLife produce localmente, sigue dependiendo de la importación de materias primas. Esto generó una segunda capa de desafíos: planificar compras, calcular volúmenes y asegurar inventarios que no detuvieran la producción.
“Importamos materias primas cada dos o tres meses. Si te equivocas en el cálculo, te puedes quedar sin producto semanas.” — Marcelo Olivares
La precisión logística se volvió fundamental para que el negocio pudiera escalar sin interrupciones.
Del laboratorio al retail: distribución y crecimiento
Una vez que NanoLife tuvo productos listos, comenzó la expansión comercial. Ingresar al retail implicó cumplir con estándares estrictos de packaging, certificaciones y entregas.
La empresa tuvo que profesionalizar aún más su logística: almacenar, etiquetar, distribuir y reponer sin fallar en tiempos ni cantidades.
NanoLife combinó distribución con venta directa y presencia en tiendas, lo que permitió ampliar su alcance y competir con marcas consolidadas.
Lo que realmente importa: adaptarse rápido
La historia de Marcelo Olivares es una historia de adaptabilidad. De mascarillas a máquinas defectuosas, de importación a manufactura local, de crisis global a innovación sustentable.
Su mayor aprendizaje puede resumirse en una reflexión simple y directa:
“No puedes quedarte pegado en el problema. Todo cambia, entonces tú también tienes que cambiar.” — Marcelo Olivares
Esa mentalidad fue la base para sobrevivir a la incertidumbre y construir una empresa con propósito.
🎧 Escucha el episodio completo en Spotify o en YouTube
Takeaways
La importación de mascarillas fue la entrada al mercado sanitario en plena crisis.
La logística internacional durante la pandemia exigió decisiones rápidas y riesgosas.
La importación de maquinaria por avión mostró la importancia de evaluar proveedores y garantías.
La transición a producción local permitió controlar calidad y continuidad.
Los productos ultraconcentrados reducen costos y mejoran el impacto ambiental.
Importar materias primas requiere planificación rigurosa para no detener la producción.
El retail exige consistencia logística y cumplimiento estricto de entregas.
La adaptabilidad es clave para sostener un negocio en entornos dinámicos.
Si quieres profundizar en cómo importar insumos, escalar producción local y construir un negocio sostenible, contáctanos en https://www.ses.cl/.